Valle del Ara

Correr por las montañas, andar por las montañas, subir las montañas, montar en bici en las montañas...Vámonos a los Pirineos.

Madre Patria

Odios......y respetos.

Odio a cada uno de los putos griegos; asquerosos, sucios y marrulleros que
juegan al baloncesto. Lloran, pegan, protestan. Tienen uno de los
mejores equipos si no es el mejor y se dedican a esto...

Odio levemente a Jp, por gustarle este tipo de juego.

A la Federación de basket de España. Regala una cuarta parte de las entradas
del Palacio de los Deportes a gente guay, conformando una mega zona vip.
Esta gente no anima, se flipan y pasan el partido tumbados tranquilamente.
Como dijo Daimiel " si el europeo es en Serbia, Rusia... En vez de 1000
vips llevan 1000 delincuentes a gritar y animar sin parar.

Odio a muchisima gente, pero eso ya se comentará más adelante.

Respeto a Papaloukas. Un jugador que es tan bueno como griego, y a
pesar de eso fue más o menos limpio, no inició tanganas,
no provocó...Me sorprendió positivamente. A pesar de no ser su
mejor Europeo no mostró rabia ni jugó sucio. Mis respetos.

Respeto a Rusia. Es una gran equipo, han jugado como equipo y
han ganado como equipo. Han sido totalmente legales, no han
tenido arbitros a favor, no han protestado cada pequeña decisión
arbitral. Tuvieron sus opciones y las aprovecharon. Mis respetos.

Respeto a Kirilenko. El tio, además de ser muy feo y parecerse al malo de 
Rocky IV en versión anorexia severa, juega 
duro y va al tapón siempre, con lo que le pitan muchas faltas 
que hace. No protestó mucho por ello siendo una estrella. Y
otra cosa el tio es bueno que lo flipas, las mete desde todos los
sitios. Más aun, al finalizar el partido y en medio de la celebración
de su país fue a consolar a un Pau Gasol hundido por su ultimo
fallo. El abrazo del vencedor al vencido, el consuelo que de nada
vale, es la imagen del deporte.

En los mapas me pierdo.

Por si el tiempo me arrastra
a playas desiertas,
hoy cierro yo el libro
de las horas muertas.

Por si el tiempo me arrastra
a playas desiertas,
hoy rechazo la bajeza
del abandono y la pena.
Ni una página en blanco más.
Siento el asombro de un transeúnte solitario.

En los vértices del tiempo anidan los sentimientos.
Hoy son pájaros de barro que quieren volar.
 
Cuando no tengo barca, remos ni guitarra.
Cuando ya no canta el ruiseñor de la mañana.

Garganta verde